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Una semana después de la fecha que los residentes de la Hacienda, un complejo de vivienda pública notorio por su inhospitalidad en Richmond, fueron programados a desocupar las premisas, unos de los inquilinos más necesitados luchan para encontrar vivienda nueva ante las dificultades dentro la Richmond Housing Authority (RHA)

En febrero del año pasado se reveló la infestación de moho del complejo. Este retraso es el último obstáculo en la saga de los residentes de la Hacienda mientras encuentran otra vivienda. 

Sesenta y nueve de 150, o 46 por ciento, de apartamentos permanecen ocupados, según Tim Jones, director ejecutivo de la RHA. Un tercio son ancianos. Bill Lindsay, Gerente Municipal de Richmond, le explicó a Contra Costa Times este abril pasado que la fecha ideal para desocupar el compleja era el 15 de septiembre, pero el mercado de alquiler en la Área de la Bahía ha complicado todo. 

“El mercado de alquiler es difícil en toda la Bahía, y nos tomará más tiempo para encontrarles todos un buen lugar,” dijo Jones en un correo electrónico reciente. “Seguiremos trabajando hasta que lo logramos.”

La ciudad de Richmond ordenó la evacuación de la Hacienda en marzo del 2014 tras una seria de artículos del Center for Investiagtive Reporting que expuso las condiciones del complejo. La frecuencia de infestaciones de insectos y roedores, moho negro, cimientos en descomposición, y corrupción alegada dentro la RHA provocó un empuja hacia la reforma. Esto comenzó la evacuación de los residentes del complejo; la mayoría de ellos son ancianos o incapacitados. 

Tres meses después, en junio del 2014, la ciudad aprobó un contrato de casi $400,000 con Autotemp, una compañía que especializa en evacuaciones de este tipo. Cupones del U.S. Housing and Urban Developement Department (HUD), asegurados desde los principios de 2015, son esenciales para reubicar los residentes. Un año después de contratar a Autotemp, la ciudad de Richmond aprobó el Plan para la Reubicación Hacienda de la empresa consultoría.

Residente Rhonda Marshall es la última inquilina viviendo en el primer piso. Para Marshall, más que un mercado de alquiler difícil la ha dejado en el complejo: es falta de asistencia de RHA y Autotemp.

“Están haciendo lo que deben, pero lo están haciendo de manera equivocado,” dice Marshall. Una amputada con una condición médica debilitante, Marshall pasa 80 por ciento en una cama de hospital en su apartamento. “No hay manera de que pueda salir con facilidad para ver apartamentos.”

Coby Williams, otro inquilino, sí puede salir para ver apartamentos, pero todavía lucha por encontrar una nueva vivienda.

“Todavía ni tengo mi cupón,” explica Williams.

Williams recientemente ganó un caso de contra de la RHA sobre lo que él cree es un aviso de desalojo injusto en su récord, pero aún no ha recibido su cupón de Section 8 para encontrar una vivienda en otro lugar. Se encuentra en Hacienda mientras su caso vadea entre la burocracia del gobierno federal.

“Entre más pronto mejor,” dice Williams. “Que bonito ver que se salgan los demás, pero también estoy yo aquí esperando.”

Para los residentes luchando todavía para encontrar un apartamento, Jones dice que la RHA y Autotemp están disponibles por ayuda. “A los que sienten inauditos, deberían hablar con consultores de reubicación de Autotemp en la oficina local, apartamento 115, o empleados de RHA también en local, o llamen mi teléfono, y sus preocupaciones serán abordadas.”

A pesar de la adversidad que enfrentan algunos inquilinos, ha habido progreso. Un reporte del Gerente Municipal demuestra que 15 residentes se reubicaron sobre las últimas 5 semanas, con una media de 2.5 residentes saliéndose cada semana. 

Jones dice que la mayoría de los residentes se contabilizan. Treinta y dos de los 69 apartamentos restantes son ancianos con aplicaciones aprobadas con el nuevo Harbor View Senior Development, abriendo en octubre. Otros 21 han optado a salir de la jurisdicción del RHA. Eso deja solo 16 en búsqueda de vivienda nueva. A su paso corriente, podría durar hasta 5 semanas evacuar a todos.

Marshall es escéptica. “He visitado la oficina en [Hacienda] donde los defensores se supone que nos ayudará a reubicarnos, pero tres días seguidas esta semana pasada no había nadie,” dice la residente. “No quiero ser la última aquí.”

Translated by Emmanuel Diaz.

Photo: Contra Costa Times